La sal marina destaca entre las numerosos tipos de sal existentes gracias a sus características especiales que la convierten en un elemento esencial en ámbitos tan distintos como la gastronomía, la salud o las industrias agrícolas y ganaderas.
La sal marina tiene hoy en día una gran penetración en hogares e industria, pero aún es una gran desconocida para aquellos que están acostumbrados a usar solo la tradicional sal de mesa. ¿Cuáles son los secretos mejor guardados de la sal marina? ¿Qué 5 características clave nos hace falta conocer sobre ella?
¿Es una sal artificial o industrial?
No, la sal marina se produce de forma natural en salinas. Su proceso de formación, recogida y posterior tratamiento es totalmente artesano y natural, además de respetuoso con el medio ambiente. De hecho, algunas de las salinas más importantes de España están situadas en parajes reconocidos como parques naturales, como es el caso de las salinas del Cabo de Gata.
¿Es diferente a la sal común?
Sí, la sal marina tiene distinto aspecto (tono rosado), tamaño y sabor. Además, al ser una sal no procesada retiene menor cantidad de minerales como potasio o magnesio. La sal marina suele ser una sal más gruesa que, por ejemplo, en vez de añadirse antes de cocinar los alimentos, se usa para sazonar cuando éstos ya están listos.
¿Puedo consumir más sal marina que sal común?
Como todo, la sal marina debe tomarse con mesura, dentro de una dieta sana y saludable. La cantidad de sodio en la sal marina no difiere de la que se puede encontrar en la sal procesada, por tanto en ambos casos es recomendable no superar los 5-6 gramos de sal diarios.
¿Es buena para la salud?
Sí. La sal marina ayuda a prevenir problemas como el hipotiroidismo, potencia la inteligencia de los más pequeños y favorece el mantenimiento del rendimiento cerebral en adultos. Además, tiene beneficios para nuestra piel, previene el cretinismo y su uso responsable es muy recomendable para las embarazadas.
¿Tiene más usos aparte de la alimentación?
Muchos. La sal marina se usa en la limpieza de las piscinas, en las industrias agrícolas o ganaderas, para combatir las heladas y nevadas en carreteras, en la industria textil o química y un largo etcétera.
Cabe destacar que España es uno de los principales productores de sal marina del mundo, y que la calidad de la sal obtenida en las salinas españolas no tiene paragón a nivel mundial.