Es la cloración salina totalmente segura

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La cloración salina, esto es, el tratamiento de las piscinas para su cloración mediante sal a través de un proceso denominado electrólisis, es un método que ha ido ganando más y más adeptos con el paso del tiempo. Hoy en día son cada vez más las personas que se deciden por este método para clorar su piscina, a pesar de que en nuestro país es un método relativamente novedoso.

La cloración salina es un método totalmente natural, sin añadidos químicos, en el que la sal se convierte en cloro mediante la acción de pequeñas descargas eléctricas. Posteriormente, este cloruro sódico resultante vuelve a convertirse en sal, con lo que el ciclo empieza de nuevo. Sobra decir que al ser un proceso en el que no intervienen agentes químicos, se garantiza la seguridad e higiene de nuestra piscina y de nosotros mismos al no tener que estar constantemente en contacto, manipulando e inhalando, con este tipo de productos.

Es cierto que existen mucho desconocimiento sobre la cloración salina, y que puede crear dudas o desconfianza de aquellos que solo conocen el tratamiento mediante cloro de las piscinas. Pero lo cierto es que este método se lleva usando más de 40 años en Australia como principal modo de mantenimiento de piscinas, y que desde los años 70 y 80 cuenta también con una amplia implantación en países como Estados Unidos.

La cloración salina cumple además todas las obligaciones que establecen la normativa relativa al tratamiento de piscinas públicas. Dicho reglamento establece que como máximo se permite una tensión en el agua de 12V en corriente alterna y de 30V en corriente continua. Pues buen, la cloración salina cumple con estos preceptos (establecidos en la norma UNE 20-460-93/7-702) ya que la tensión máxima que se provoca al efectuarse la electrólisis nunca supera los 10V en todo el volumen de la piscina.

Evidentemente, el tratar nuestra piscina mediante cloración salina no exime de realizar otras labores de mantenimiento como son mantener el pH del agua aceptable. La cloración salina produce un aumento del pH en agua que, en cualquier caso no es superior al que produce el tratamiento tradicional mediante cloro y que es fácilmente regulable con un dispositivo especial para tal fin.

En definitiva, la cloración salina no nos obliga a manipular sustancias químicas, es más limpia y segura y el proceso de electrólisis no supone ningún peligro para el bañista.

 

1 Comentario

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  1. Post muy interesante y completo, tienes toda la razón al indicar que se trata de un método mucho más limpio y seguro.
    Gracias por compartir.

    Un saludo.

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