Muchos empresarios se preguntan: ¿qué es lo que pasa? ¿por qué los hábitos de los consumidores ya no son los que eran?
Hay empresas que todavía se mueven con la vieja mentalidad, pero están completamente alejadas de las nuevas generaciones. Y lo cierto es que las generaciones pasan, y que cuanto más seamos capaces de entender la manera de ser de la gente de hoy, mayor éxito tendremos a la hora de comunicarnos con ella.
Sin lugar a dudas, los hábitos de los consumidores están cambiando. Hoy continuamente las marcas se enfocan en un público cada vez más amplio, la generación millenial, o aquellos que más o menos entraron en la mayoría de edad coincidiendo con el nuevo milenio.
Qué debes entender sobre los nuevos consumidores y su manera de ser
La nueva generación nació pegada a Internet, y vivió el auge de la web 2.0 y los smartphones en plena juventud, a veces incluso en la adolescencia. Son los nativos digitales, están mucho más al día que sus padres sobre las redes sociales, y además, muestran mucho más interés en el mundo de Internet.
No es extraño, desde este punto de vista, que muchos de esos estudiantes se planteen estudiar un master marketing digital online, analítica web, diseño web, inteligencia artificial, robótica, Big Data, Internet de las Cosas y otras muchas profesiones que antes prácticamente no existían y que están revolucionando nuestro mundo.
Los nuevos consumidores valoran mucho más la dimensión social de las cosas, y dejan de lado la propiedad de otras. Somos mucho más móviles. Preferimos dormir en casa de otra persona con Airbnb, que alquilar un hotel; preferimos viajar de Madrid a Valencia usando Bla Bla Car, que comprar nuestro propio coche.
El nuevo consumidor no se compromete, o al menos, no lo hace fácilmente. La amplísima oferta que hay en el mercado, y la posibilidad de acceder a ella con un simple clic, hace que sea más fácil que nunca cambiar o buscar nuevas soluciones a lo que no nos satisface.
Esto cambia completamente el paradigma de cómo debe ser la publicidad. La publicidad tradicional y el marketing directo es enormemente intrusivo para el nuevo consumidor. Necesitamos que nos cuenten historias, que nos emocionen, que nos den información y soluciones.
No queremos que nos vendan, pero sí que queremos comprar. En esta línea, es más importante que nunca que la empresa empiece a adaptarse de una vez a los hábitos del nuevo marketing de cara a captar a una generación que ya está empezando a ocupar puestos de gran responsabilidad.