Cuando los humanos tenemos sed o necesitamos líquido para nuestro cuerpo, muchas veces recurrimos al consumo de refrescos. Además de tener un sabor agradable, ayudan a combatir la sed y a refrescar el organismo. Lo que muchos no saben es que su mascota también puede protegerse de los rigores del verano y de la sed consumiendo refrescos. Eso sí, deben ser refrescos especiales para mascotas.
El estómago de animales como perros y gatos no es igual que el aparato digestivo del ser humano. El sistema digestivo de estos animales no está preparado para recibir determinadas sustancias que el ser humano sí puede aceptar, por lo que los refrescos para mascotas tienen propiedades e ingredientes totalmente distintos y especiales para ellos. Olvidaros de darle Pepsi o Sprite a vuestra mascota. Puede que incluso le guste, pero no le va a sentar bien.
En general, hay que evitar a toda costa darles a nuestras mascotas bebidas azucaradas o con gas, y sobre todo aquellas bebidas con propiedades estimulantes. Hay que recordar que los animales funcionan con impulsos y no razonan acerca de la conveniencia o no de tomar refrescos, por lo que además es fácil crearles una adicción perjudicial.
Existen numerosas marcas dedicadas a ofrecer a nuestras mascotas refrescos con propiedades especiales para ellos. Estos refrescos tienen efectos beneficiosos para la salud e higiene de nuestra mascota. Otra de las ventajas con las que cuentan estos refrescos especiales para mascotas es que cada uno ofrece un sabor y propiedades adaptados a cada mascota (dependiendo del animal de compañía, lógicamente no le vamos a dar un refresco a nuestra serpiente pitón). Las variedades de sabores están especialmente diseñadas para agradar a tu mascota.
Algunas de las marcas más conocidas que comercializan refrescos para mascotas son Doggiewater o Lucky Dog (cerveza especial para perros), las cuales estudian de forma concienzuda la composición de dichos refrescos para que sean lo más sabrosos y saludables posible para nuestras mascotas.
Por último, hay que recordar que el consumo de refrescos debe ser responsable. En este caso, es responsabilidad del ser humano saber qué dosis es recomendable para nuestra mascota, evitando abusar de estas sustancias y convirtiendo su consumo en un premio o un momento agradable para el animal, no en una continua obsesión.
No le des a tu perro bebida para humanos, del mismo modo que tú no querrías llevar una alimentación basada en comida para mascotas.