traje a medida

Un traje hecho a medida no es una prenda que se vea en tiendas, establecimientos o mercadillos. Un traje hecho a medida es una prenda hecha para nosotros en exclusiva, que tiene todo lo que nosotros queramos que tenga y, precisamente por eso, no existe otra prenda igual. Y siendo como es, una pieza única, personal e inimitable, deberíamos llevarla con el máximo estilo posible. ¿Cómo?

–          Todo empieza por nosotros y nuestro sastre. Nuestro traje debe adaptarse perfectamente a nuestro cuerpo. Da igual cuáles sean nuestras medidas, lo gruesos o finos que estemos, lo cortas que tengamos las piernas… Un traje bien hecho sabrá disimular nuestros defectos y darnos un aire distinguido y elegante. Por eso te recomendamos como primer paso no engañarte a ti mismo con tus medidas y las de tu traje.

–          Recomendamos elegir americanas de no más de tres botones y llevar siempre uno desabrochado (el inferior en el caso de las de dos botones y el central en el caso de las de tres.

–          Escoge una camisa que se ajuste a tu torso y que convine con el resto de prendas. La americana no debe tapar el cuello de la camisa y los puños no debe asomar demasiado. Esto, en cualquier camisería de Madrid, París o la Conchinchina que se precie, se lo dirán. Elige también colores discretos (el blanco está de vuelta) y evita los diseños chillones, horteras y recargados.

–          Para el pantalón debes tener en cuenta varios factores. En primer lugar, el largo del pantalón debe ser justo el largo de la pierna, la prenda no debe arrugarse y tiene que dejar ver los zapatos al completo. También debemos tener muy en cuenta el número de pie que calcemos ya que, en ese caso, un pantalón demasiado ancho proyectará la sensación de que llevamos unas “barcas”.

–          Combina tu traje con unos zapatos con cordones de calidad o con hebilla. Evita los mocasines, los zapatos con la punta excesivamente puntiaguda o los materiales especialmente brillantes o recargados, estilo cocodrilo, por citar un ejemplo.

–          Elige tu traje según el contexto en el que te encuentres. Por ejemplo, para una cena de etiqueta necesitaremos un esmoquin, pero para un almuerzo informal nos llega con un traje oscuro (no negro). Es importante que sepas las normas de etiqueta básicas para actos como cenas, bautizos, comuniones, reuniones de trabajo…

–          Es conveniente saber algunas normas generales de protocolo. Por ejemplo, si hablamos de las americanas, los hombres deben llevarlas puestas en todo momento y con un botón abrochado, el cual se soltarán al sentarse a la mesa.

Estos son solo algunos consejos básicos para confeccionar nuestro traje y para llevarlo con estilo. Muchas veces el gusto está en combinar e innovar y ahí ya entra en juego la elegancia y el estilo de cada uno.